Te sentaste justo al borde del sofá como si algo allí te fuera a morder. Dijiste: "Hay cosas que tenemos que aprender, yo a mentir y vos a decirme la verdad, yo a ser fuerte y vos a mostrar debilidad, vos a morir y yo a matar."
Y después se hizo el silencio, y el silencio fue a parar a una especie de pesada y repartida soledad, y la soledad dio paso a un terror que hacia el final. Nos mostró un mundo del que ninguno quisimos hablar. Y así eran nuestras noches y así era nuestro amor, comenzaba en el silencio, continuaba en el terror, y otra vez de allí al silencio.
¿Para qué hablar de lo que pudo haber sido y de lo que jamás será, tratando de adivinar qué fue eso que hicimos tan mal?, si, en fin, se trata de morir o de matar. Así que, si aún andas por aquí, y alguien vuelve a romperte, amor, con dinero, encanto y alguna canción, por favor, prepárate para huir. Vete lejos y limítate a observar esta escena tan vulgar.
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