Tras unos segundos mirándose al espejo la dichosa mujer creía que tenia todos los hombres a sus pies, que pensaba que el mundo giraba en torno de ella, hasta que se dio cuenta que todas esa ideas no eran nada mas que simples espejismos y que en realidad no tenia nada. Las que siempre habían estado cerca de ella se fueron alejando poco a poco de su egoísmo y los hombres que hasta hace poco la trataban como una diosa la ignoraban. Tenia ganas de gritar y sobre todo de llorar , pero no le gustaba perder los papeles y no lo hizo. La soledad era la única que se sentaba junto a ella. Desde lejos veía a los que trataba como personas inferiores a ella, les envidiaba sus risas, sus besos apasionados y hasta sus lagrimas. Pero no era eso lo que mas le dolía, sino que cada vez que se veía al espejo no conseguía ver nada.
& ahora mírate al espejo y dime que ves...
El tiempo pone a cada uno en su sitio .
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