miércoles, 15 de febrero de 2012

Everybody hurts.

Termina otro día, puedo decir que mi vida está mejorando, que esas nubes negras que amenazaban una gran tormenta hoy ya no están; que mi vida finalmente es la que alguna vez quise. Me sumergí en un profundo sueño, soñé que ese mundo perfecto, que tanto me había costado conseguir, se desmoronaba. Que todas las personas en las que solía confiar, desaparecían; que mis mejores amigos eran simplemente desconocidos y que todas aquellas personas tan importantes de mi vida, se alejaban sin motivo alguno. De repente, ese cielo celeste brillante, se convertía en un amontonamiento de nubes tormentosas, rayos y relámpagos. Y ahí me encontraba yo, bajo la tormenta, esperando. Me ví empapada por la tormenta, con la ropa sucia y sin sonrisa. Deseaba con toda mi alma que solo sea un mal sueño y que cuando despierte, vuelva todo a la normalidad. Todavía sigo esperando e intentando buscar una salida a ese sueño o, mejor dicho, a esa realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario